sábado, 10 de marzo de 2012


Carga de daños a la salud por el uso de sustancias psicoactivas
No existen evaluaciones globales sobre el daño social producido por el uso de estas
sustancias (como se muestra en la Figura 1.2). No obstante, se está desarrollando ya
una tradición de estimar la contribución del alcohol, el tabaco y las drogas a la carga
global de morbilidad. El primer intento de esto se observa en el proyecto inicial de
la OMS sobre la carga global de morbilidad (Murray y López, 1996). Tomando como
base una norma de medición conocida como Años de Vida Ajustados por
Discapacidad (AVAD), se evaluaron estimaciones de la carga impuesta sobre la
sociedad debido a la muerte prematura y los años vividos con discapacidad. El proyecto de Carga Global de Morbilidad (CGM) demostró que el tabaco y el alcohol fueron
importantes causas de mortalidad y discapacidad en los países desarrollados, y se
pronosticaba que los efectos del tabaco se incrementaran en otras partes del mundo.  
La confiabilidad de la CGM y otras estimaciones sobre muerte y morbilidad
dependen de la calidad de los datos que utilizan. Los datos empleados en estos
análisis provinieron principalmente de estudios realizados en países desarrollados
(especialmente Estados Unidos y Europa), y de unos cuantos, con frecuencia no
representativos, efectuados en países en vías de desarrollo. La dificultad inherente
para evaluar la prevalencia del uso de sustancias y la asociación entre el uso y sus
problemas, también significa que las estimaciones de la carga fueron altamente
aproximativas. No obstante, la CGM proporcionó por primera vez una serie de
datos globales sobre la carga del uso y dependencia del alcohol y otras drogas, de
los que se derivaron otros esfuerzos para obtener estimaciones más precisas sobre
la carga de mortalidad y morbilidad asociada con sustancias lícitas e ilícitas.
El Informe Mundial de Salud de 2002 (OMS, 2002) incluye una nueva serie
de estimaciones para el año 2000 sobre la carga atribuible al tabaco, alcohol y
otras drogas. Estas estimaciones se basan en datos significativamente más completos y en metodologías más sólidas, y es indudable que mejorarán en años
futuros. La Tabla 1.4 muestra los resultados de las estimaciones para 2000, en
términos de la mortalidad atribuible a cada clase de sustancias, así como una
medición de los años de vida perdidos o con limitaciones debidos a la discapacidad (AVAD). Nótese que los efectos protectores calculados para enfermedades
cardiacas producidos por el beber moderado fueron restados para obtener la
carga negativa neta del alcohol (y de ahí el número negativo en la tabla).
Entre los 10 principales factores considerados en términos de carga evitable,
el tabaco ocupó el cuarto lugar y el alcohol el quinto en 2000, y ambos siguen
en lugares importantes en la lista de proyecciones para 2010 y 2020. La carga
estimable atribuible en 2000 fue de 59 millones de AVAD para el tabaco, 58 millones para el alcohol y 11 millones para las drogas ilícitas. En otras palabras, el
tabaco y el alcohol representaron 4.1% y 4.0%, respectivamente, de la carga de
morbilidad en 2000, en tanto que las drogas ilícitas representaron 0.8%. Las cargas atribuibles al tabaco y al alcohol son particularmente agudas entre los varones
en países desarrollados (principalmente en América del Norte y Europa), donde
el tabaco, el alcohol y las drogas ilícitas representan 17.1%, 14.0% y 2.3%,
respectivamente, de la carga total

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