sábado, 31 de marzo de 2012

Un estudio vincula el consumo de "crack" con elevadas tasas de infección de VIH


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Toronto (Canadá).-  Los consumidores de "crack", un derivado de la cocaína, tienen cuatro veces más riesgos de contraer el virus VIH que el resto de la población, según un estudio canadiense que analizó a drogadictos de Vancouver durante nueve años.
Según dijeron hoy medios de comunicación locales, el estudio, realizado por un centro especializado en la investigación de VIH/sida de la provincia de Columbia Británica, sugiere que las autoridades establezcan locales supervisados para que los adictos puedan utilizar "crack".
El director del British Columbia Center for Excellence in HIV/AIDS, el doctor Evan Wood, declaró a una radio local que el elevado riesgo de infección puede que se deba a las heridas bucales que producen las pipas utilizadas por los drogadictos para fumar "crack".
Wood también dijo que otra razón puede ser que los drogadictos mantienen relaciones sexuales sin condones.
Pero el doctor Wood añadió que el establecimiento de lugares supervisados para que los drogadictos puedan consumir "crack" y el reparto de instrumentos que reduzcan sus heridas bucales ayudarían a bajar la incidencia del VIH entre este grupo.
El estudio también reveló que la proporción de personas que fuman de forma diaria "crack" en el centro de la ciudad de Vancouver ha pasado del 12 por ciento al inicio del estudio al 40 por ciento en las fases finales.
La razón de este incremento podría ser la creencia entre drogadictos de que el consumo de "crack" ofrece menos posibilidades de contraer VIH que el de drogas intravenosas.

Tipos de Adicciones


Existen dos tipos en donde podemos enmarcar las adicciones:

Adicción Química: (o a una sustancia)

 
Es provocada por la perdida paulatina de neurotransmisores, en especial la dopamina. Los receptores vacíos empiezan a enviar mensajes de necesidad y ansiedad. El cerebro trata de restaurar su equilibrio acudiendo al consumo, porque la droga estimula la producción excesiva de neurotransmisores. La corteza cerebral traduce esta urgencia como de vida o muerte, ya que provienen de la parte del cerebro encargada de la supervivencia.



Adicción Pura o de Comportamiento: 


A una actividad, como juego, deporte, trabajo, etc. En este caso el desequilibrio químico en el cerebro, es la ausencia de una enzima llamada “adenil ciclasa”, encargada de la  reabsorción de los neurotransmisores


Tipos de adicciones:
Alcoholismo:
El alcoholismo es una dependencia con características de adicción a las bebidas alcohólicas.
Tabaquismo:
El tabaquismo es la adicción al tabaco provocada, principalmente, por uno de sus componentes activos, la nicotina; la acción de dicha sustancia acaba condicionando el abuso de su consumo.
Drogodependencia:
La drogodependencia o drogadicción es un tipo de adicción considerada como enfermedad crónica, recurrente y tratable que consiste en el abuso de drogas, frecuentemente ocasiona daños en la salud.
Adicciones relacionadas con actividades:
* Codependencia (adicción a los demás y/o sus problemas)
* Ludopatía (adicción a jugar)
* Cleptomanía (adicción a robar)
* Mitomanía (adicción a mentir)
* Adicción al sexo
* Adicción al trabajo

Adicciones Químicas:


Alcoholismo: El alcoholismo es una dependencia con características de adicción a las bebidas alcohólicas.

Tabaquismo: El tabaquismo es la adicción al tabaco provocada, principalmente, por uno de sus componentes activos, la nicotina; la acción de dicha sustancia acaba condicionando el abuso de su consumo.

Drogodependencia: La drogodependencia o drogadicción es un tipo de adicción considerada como enfermedad crónica, recurrente y tratable que consiste en el abuso de drogas, frecuentemente ocasiona daños en la salud.

Adicciones puras o de comportamiento:

* Codependencia (adicción a los demás y/o sus problemas)
* Ludopatía (adicción a jugar)
* Cleptomanía (adicción a robar)
* Mitomanía (adicción a mentir)
* Adicción al sexo
* Adicción al trabajo

Características del Adicto


1. Sufre un trastorno de la personalidad (la adicción es un síntoma del problema).
2. No acepta ser adicto, no reconoce que necesita ayuda, niega sus problemas.
3. Vive en una subcultura particular de ellos y usa un lenguaje típico para comunicarse.
4. Es una persona con inteligencia promedio o más (en su mayoría).
5. Tiene conflicto con la autoridad y la rechaza.
6. Es egocéntrico e individualista, no se preocupa por los demás, es el sol y los demás giran a su alrededor.
7. Distingue entre el bien y el mal, no es un loco, pero cuando actúa lo hace mal (actúa primero y después piensa).
8. Tiene pobres controles internos.
9. Es inconsistente, no persevera. Comienza las cosas pero no las termina y no tolera rutina.
10. Vive el presente, es un niño. Quiere las cosas cuando las pide y no puede esperar.
11. No planifica en base a la realidad. (Se casa sin trabajo, se compra carro nuevo aunque no tenga como pagarlo).
12. Es manipulador, siempre quiere salirse con la suya. Los otros son los que están mal y trata de justificar su conducta. 
13. Es inmaduro, ansioso e inseguro.
14. Le gusta vestir y calzar bien. Compra zapatos y ropas caras aunque no trabaje.
15. No aprende de sus experiencias ni de las de otros.
16. Es irresponsable en sumo grado, difícil de manejar, si quiere un carro, se lo roba. La persona que no es adicta planifica, economiza, pide préstamos y los paga.
17. Tiene un alto nivel de frustración y bajo de tolerancia.
18. Su estima propia es baja.
19. Carece de culpabilidad hacia el mismo los demás son los que siempre tienen la culpa.
20. Es vago no le gusta trabajar, le gusta la vida fácil, no esta dispuesto a sacrificarse por el mismo ni por los demás.
21. Manifiesta una constante inestabilidad en el trabajo (cambia mucho).
22. Carece de remordimiento y de sentido de culpa. A veces siente arrepentimiento, pero no le dura mucho.
23. Gusta de hacer promesas que no cumple.
24. Presenta embotamiento afectivo, no siente amor por nadie y se le hace difícil recibir amor.
25. Es mentiroso y se cree sus propias mentiras.
26. Tiene ambiciones desmedidas no a tono con real situación, quiere ganar mucho dinero aunque no tenga ningún oficio o destreza.
27. Tiene gran capacidad para seducir y agradar.
28. No se conforma nunca con lo que tiene, entre más se le da mas quiere.
29. Muchos tienen identificación pobre con su propio sexo.
30. Tiene conflictos con las mujeres, las ve como objeto que puede usar como quiere.
31. Tiene un concepto pobre de su hombría, para ellos el machismo impera. El más macho es el que mas droga usa, el que conquista más mujeres o el que engaña más.
32. Trata de modificar al mundo de acuerdo a sus propios intereses, el tratamiento debe ser como ellos dicen.
33. Es un ser desconfiado por excelencia.
34. A veces se torna irascible, negativo, hostil, manipulador superior al terapeuta en conocimientos sobre adicción.
35. Es rechazado por la sociedad por su conducta no por su persona.
36. Puede controlar su vida si se lo propone.
37. Puede modificar su conducta, también sus actitudes si se lo propone (Puede reeducarse).

martes, 27 de marzo de 2012

Charles King, perfilada por NY Mag de aniversario del ACT-UP

Charles King, perfilada por NY Mag de aniversario del ACT-UP
Activismo Charles King: A partir de ACT UP a la acción de la semana pasada en el Congreso de Exchange Syring
En vísperas del 25 ° aniversario de la fundación de la AIDS Coalition to Unleash Power (ACT-UP), New York Magazine publicó una serie de perfiles de algunos de los líderes más importantes de ACT-UP, incluyendo Housing Works CEO y Co-fundador, Charles King . NY Mag escribe:
El rey no puede recordar donde fue detenido por primera vez, pero su última detención fue sólo la semana pasada , el interior de la oficina de Capitol Hill de la Representante Hal Rogers, de Kentucky, co-autor de la actual prohibición federal sobre la limpieza de intercambio de agujas en la guerra contra el SIDA transmisión. Para King, quien es abogado y pastor bautista, ACT UP cambió su vida inesperadamente cuando se encontró con el romance en una reunión del comité: Durante quince años, él y Cylar Keith, con quien co-fundó y dirigió las obras de vivienda, había un par pisos . Cylar murió en 2004. "Nunca me he sentido como si estuviera en el círculo interno" de ACT UP, dice King."Yo siempre pensé que era una de las personas nerdy a un lado, porque yo era religioso. Keith no lo creo. "
Únete a la página de Facebook de eventos para la ciudad de Nueva York de ACT-UP evento el 25 de abril, que Housing Works también está participando.
Democracy Now! publicó una serie de sesiones el viernes para conmemorar el legado de ACT-UP. Ver la entrevista con Peter Staley y Francia, David.

PRINCIPIOS PARA LOS SERVICIOS QUE ATIENDEN USUARIOS DE DROGAS VIVIENDO CON VIH


Políticas de Salud Colectiva: el papel de los servicios
La salud colectiva, o sea, aquella dirigida a toda la población, debe enfatizar la atención universal, humanizada e integrada. Existe también el sistema de Salud Complementaria, compuesto por los convenios médicos privados. Cada país tiene su política de salud articulada a los demás sectores de la estructura de gobierno y es fundamental que los profesionales de la salud comprendan el marco político de su accionar, sus directrices políticas y la amplitud de la intervención que ellos realizan.
Por lo tanto, la integración de los servicios de atención para pacientes viviendo con VIH/SIDA y el tratamiento de la dependencia a drogas es imprescindible para que los pacientes portadores de VIH/SIDA usuarios de drogas intravenosas sean atendidos de forma efectiva. Para esto se debe dar especial atención a la capacitación de los profesionales (que debe estar prevista en el presupuesto), a la formulación de una política pública que incorpore las propuestas y la definición, en las esferas competentes, de recursos financieros para la salud pública.
Los servicios de salud mejor preparados son aquellos que tienen en su cuadro de funcionarios personas con
capacidad de escuchar, paciencia y condiciones para que no limiten su forma de intervenir a prescripciones de orden inmediata. En términos de estructura, una referencia importante es la red a la que pertenece aquel
servicio, que permita cierta movilidad al paciente, que tenga algún tipo de apoyo social de instituciones asociadas, ONG y que tenga proyectos ya implementados.
Políticas de atención a usuarios de alcohol y otras drogas
Es importante comprender y/o definir, en cada país, cuáles son los órganos públicos responsables por la llamada “cuestión de las drogas”, en los diferentes niveles del gobierno.
A partir de esta definición, ¿Cuáles son las políticas que sustentan y orientan las acciones? ¿Cuáles son sus
principios teóricos y sus responsables? Es imprescindible que las políticas públicas no prohíban el tratamiento o la atención al usuario de drogas intravenosas o que comprometan el acceso, la calidad y la extensión del
tratamiento que se les ofrece.
Consejería abreviada
La consejería abreviada se entiende como“un proceso de escucha activa individualizada y centrada en el
cliente. Supone la capacidad de establecer una relación de confianza entre los interlocutores, con el propósito de rescatar los recursos internos del cliente para que él mismo tenga la posibilidad de reconocerse como sujeto de su propia salud y transformación” (Brasil, 1998).
A la consejería abreviada se la considera un instrumento importante para quebrar la cadena de transmisión
de las ITS, ayuda al paciente a comprender la relación que existe entre su comportamiento y el problema de
salud que presenta y también a reconocer los recursos de que dispone para cuidar su salud y evitar nuevas
infecciones. 
Ello supone que el profesional de la salud reconozca que el éxito a ser logrado depende de la acción conjunta de ambos (profesional y paciente). Implica, por lo tanto, la participación activa del paciente en el proceso
terapéutico y en estimular un diálogo: 
- por un lado está el profesional con su saber técnico científico, creencias, valores y sus posibilidades y limitaciones para manejar/conducir cada caso, y - por otro lado está el paciente con su saber, creencias, valores y sus posibilidades y limitaciones para adoptar medidas preventivas y seguir las prescripciones médicas. 
Objetivos de la consejería abreviada
En la medida en que en la consejería abreviada se identifica y acoge la "demanda" del paciente - demanda
entendida como sus necesidades, dudas, preocupaciones, miedos, angustias, etc., todas ellas relacionadas a
su problema de salud - es posible desarrollar una relación de confianza y promover apoyo emocional. De esa
forma, el nivel de estrés del paciente se reduce, permitiéndole alcanzar los siguientes objetivos:
- Intercambiar informaciones sobre las ITS, VIH y SIDA, sus formas de transmisión, prevención y tratamiento; 
- realizar una evaluación de riesgos que le permita comprender/tomar conciencia de los riesgos personales de infección de la actual ITS y para el VIH; 
- identificar los límites y posibilidades que existen para que adopte medidas preventivas, estimulando el
cuidado de sí mismo y su(s) pareja(s); 
- promover su adherencia al tratamiento;  
- promover la comunicación y tratamiento de la(s) pareja(s) sexual(es) del paciente. 
Consejería abreviada  individual y en grupo
La consejería abreviada puede realizarse tanto en grupo como individualmente. Cuando se realiza de forma
colectiva, las temas comunes enunciadas por los participantes deben orientar el contenido a ser tratado. En
este sentido, es fundamental identificar la demanda del grupo.
En grupo, las personas tienen la oportunidad de redimensionar sus dificultades al compartir dudas, sentimientos, conocimientos, etc. En algunas circunstancias, tal actividad puede aliviar el estrés emocional que viven los pacientes. La dinámica de grupo también puede ayudar al individuo para que perciba su propia demanda y para reconocer lo que sabe y siente, estimulando su participación en las sesiones individuales siguientes.
La consejería en grupo realizada en salas de espera puede ser un ejemplo de ese abordaje, grupos en los cuales los pacientes pueden conversar, aclarar dudas e interactuar de forma más abierta; los grupos en salas de espera también son útiles porque se optimiza el tiempo que el usuario permanece en el servicio de salud. Los grupos también pueden ser realizados en fechas y locales específicos, en el caso que los profesionales y
pacientes noten que el espacio de las salas de espera no permite este tipo de interacción, principalmente por
ser un espacio abierto que no ofrece mucha privacidad para abordar asuntos más íntimos y personales.
Con todo, es importante que el profesional esté atento para percibir los límites entre los aspectos que deben
ser abordadas en grupo, de aquellos que procede abordar en una atención individual. 
Procedimientos básicos de la consejería abreviada 
- Reafirmar la confidencialidad y el secreto de las informaciones; 
- identificar claramente la demanda del paciente; 
- darle apoyo emocional al cliente, facilitándole el que pueda expresar sus sentimientos; 
- identificar las creencias y valores del cliente acerca de las ITS, VIH y SIDA, intercambiando informaciones específicas sobre las mismas; 
- utilizar un lenguaje compatible con el nivel cultural del cliente; 
- evaluar con el paciente cómo contrajo otras ITS y las conductas de riesgo culminaron en la actual ITS; 
- reforzarle la necesidad de adoptar prácticas más seguras para reducir riesgos; 
- explicarle las complicaciones resultantes de no seguir el tratamiento indicado, de no terminarlo y de la
automedicación; 
- reforzarle la necesidad de volver al servicio de salud si no siente mejoría o siempre que presente determinados síntomas; 
- reforzarle la necesidad de que su(s) pareja(s) sexual(es) siga(n) un tratamiento; 
- ayudarle a evaluar y percibir los riesgos de infección por VIH y otras ITS, identificando sus barreras para
revertir la situación; 
- examinar con el paciente la elaboración de planos viables de reducción de riesgos, para no transmitir el
VIH y otras infecciones relacionadas; 
- explicarle los beneficios del preservativo y demostrarle la forma correcta de usarlo; 
- recordarle que el uso de alcohol y otras drogas lícitas o ilícitas puede alterar la percepción del riesgo y la
adherencia a la terapia ARV; 
- estimularlo para que derrumbe estigmas, mitos y prejuicios relacionados a las ITS, VIH y SIDA; 
- derivarlo para otros servicios de asistencia, inclusive grupos comunitarios de apoyo, si fuera necesario; 
- enfatizarle la relación entre ITS, VIH y SIDA, principalmente el hecho de que una ITS facilita la transmisión del VIH, independientemente de la que sea; 
- enfatizarle la importancia de tener buena salud y bienestar mental, para que sea efectivo el tratamiento
contra el VIH/SIDA; 
- ofrecerle el test anti VIH y una consejería abreviada pre y post test. 
Consejería abreviada pre test
- Reafirmarle el carácter voluntario y confidencial del test; 
- evaluar con el paciente la pertinencia de realizar o no el test; 
- verificar el histórico clínico del paciente observando si realizó otros test y presenta conductas de riesgo; 
- intercambiar informaciones sobre el test y el concepto de "periodo de ventana"; 
- intercambiar informaciones sobre lo que pueden significar los posibles resultados del test; 
- reforzarle la diferencia entre VIH y SIDA; 
- analizar con el paciente el impacto en su vida de los posibles resultados del test; 
- sondear con qué apoyo emocional y social cuenta el paciente (familia, pareja, amigos, trabajo y otros); 
- analizar con el paciente las posibles reacciones emocionales por las que puede pasar durante el periodo
de espera del resultado del test; 
- reforzarle la necesidad de adoptar prácticas seguras frente al VIH, también durante ese periodo.
Consejería abreviada post test, con resultado negativo
- Informarle que un resultado negativo significa que no está infectado o que fue infectado hace tan poco
tiempo que llegó a producir los anticuerpos necesarios que fueron detectados en el test; 
- evaluar la posibilidad de que el paciente esté en "periodo de ventana" y que pueda necesitar un nuevo
test; 
- recordarle que un resultado negativo no significa inmunidad; 
- reforzar la necesidad de continuar con las prácticas seguras ya adoptadas o a ser adoptadas por el paciente con relación al VIH; 
- educarle sobre el uso exclusivo de equipos para preparar las drogas intravenosas y demostrarle los métodos correctos para limpiar y desinfectar jeringas y agujas;
- entregarle información sobre los servicios de atención para usuarios de drogas y tratamiento de la dependencia, cuando el paciente demuestre interés en disminuir o parar de consumir drogas.
Consejería abreviada post test con resultado positivo:
- Darle el tiempo necesario para que el paciente asimile el impacto del diagnóstico y exprese sus sentimientos; 
- conversar sobre sus sentimientos y dudas, dándole el apoyo emocional necesario; 
- estar atento para que el paciente maneje de forma adecuada sentimientos comunes como rabia, ansiedad, depresión, miedo, negación y otros; 
- desmitificar sentimientos frecuentemente asociados al VIH/SIDA como culpa, castigo, rechazo, degeneración, muerte y otros; 
- enfatizar que un resultado positivo significa que la persona es portadora del virus, pero que puede o no
haber desarrollado la enfermedad; 
- enfatizar que aunque sea portador asintomático, puede trasmitirle el virus a otras personas; 
- reforzar la necesidad de adoptar prácticas seguras para la reducción de riesgos de reinfectarse con VIH y
otras ITS; 
- entregarle informaciones sobre los servicios de atención para usuarios de drogas y tratamiento de la
dependencia, cuando el paciente exprese interés en disminuir o parar de consumir drogas;
- reforzar la importancia del acompañamiento médico, resaltando que la infección es controlable; 
- reforzar el beneficio del uso de preservativos y demostrarle la forma correcta de usarlo, en el caso de que
todavía tenga dudas; 
- reforzar los beneficios del uso exclusivo de equipos para preparar las drogas intravenosas y demostrarle
los métodos correctos para limpiar y desinfectar jeringas y agujas;
- enfatizar la necesidad de comunicarle el resultado a su(s) pareja(s) sexual(es) ofreciéndole ayuda, si le
fuera solicitada; 
- orientarle respecto de la necesidad de que su(s) pareja(s) haga(n) el test anti VIH; 
- definir con el paciente los servicios de asistencia que necesita, incluyendo grupos comunitarios de apoyo; 
- en el caso de que se trate de una embarazada, explicarle: 
• las formas de transmisión perinatal-vertical del VIH (de la gestante al feto), que pueden ocurrir durante el embarazo, parto o lactancia y cómo se pueden minimizar las posibilidades de transmisión; 
• la transmisión de los anticuerpos maternos y el proceso de seroconversión en los recién nacidos; 
• los riesgos de la lactancia; y 
• la necesidad de realizar el test a todos los hijos nacidos después de haber sido infectada. 
En el caso de un paciente usuario de drogas, es importante que el profesional que esté dando consejería abreviada estudie, a partir de la descripción dada por el paciente, cómo está el patrón de uso de drogas: calidad de la droga que usa, tipo de droga, multiuso, frecuencia y forma de administración. 
Algunos pacientes, por ejemplo aquellos con historial de sobredosis, pueden recibir terapias breves, con número determinado de sesiones, todas de corta duración con un foco bastante específico: ¿Qué lo llevó a la
sobredosis? ¿Utilizó una combinación de diferentes drogas? ¿La droga que usa es de mala calidad? ¿Tiene
dificultades para ingerirla? En fin, se trata de una intervención direccionada, en los moldes de un tratamiento breve (con paciente y profesional de salud frente a frente) y con técnicas de control del comportamiento –
diarios, registros, planillas, visitas sistemáticas – que puede ser benéfica y prevenir episodios futuros o motivar al paciente para disminuir o modificar el consumo de drogas.
Por lo general sucede que situaciones intensas como la sobredosis, la pérdida de alguien cercano o de un
usuario amigo, ayudan para toma decisiones y para tener más cuidado, además de sensibilizar al usuario para
adoptar nuevas actitudes y tomar iniciativas aunque sean mínimas, para cambiar y eventualmente realizar un
tratamiento que cure su dependencia a las drogas. 
16 Sobredosis: el uso de cualquier medicamento en tal cantidad que produzca efectos adversos agudos físicos o mentales. La sobredosis intencionada es una forma común de suicidio e intento de suicidio. En números absolutos, la sobredosis con medicamentos lícitos generalmente es más frecuente que con drogas ilícitas. La sobredosis puede producir efectos transitorios o duraderos, inclusive la muerte; la dosis letal de un medicamento en particular varía de individuo a individuo y de las circunstancias. 

SALUD MENTAL, DEPENDENC IA A DROGAS Y VIH/SIDA


Evaluación y diagnóstico de trastornos mentales
La evaluación clínica y el correcto diagnóstico de los trastornos mentales, incluyendo aquellos vinculados al
uso de sustancias psicoactivas deben considerar siempre el comportamiento del paciente en el contexto en
el cual este comportamiento ocurre. 
Una buena anamnesia puede indicar qué trastorno ocurrió inicialmente (o sea, si el uso de sustancias es secundario a otro trastorno mental o si lo precede), si el paciente se siente motivado para cambiar y para seguir tratamientos farmacológicos y si dispone de una red de apoyo familiar, social y terapéutico para lidiar con ese tipo de trastornos. 
En otros casos, un trastorno psiquiátrico latente puede emerger en presencia de un factor desencadenante como el diagnóstico de VIH (+). Casos de esquizofrenia, trastorno bipolar y otras patologías, que irrumpen generalmente entre los 20 y 30 años de edad pueden iniciarse de forma concomitante o posterior al diagnóstico. Es imprescindible que haya monitoreo psiquiátrico con la finalidad de realizar una correcta prescripción y para analizar la interacción con otros medicamentos de la terapia antirretroviral.  
Criterios diagnósticos para el uso nocivo de sustancias psicoactivas
Según la OMS (2006), el uso nocivo es “Patrón de consumo de cualquier sustancia psicoactiva que provoca
daños a la salud. El perjuicio puede ser físico o mental. Generalmente, pero no siempre, el uso nocivo tiene
consecuencias sociales adversas, sin embargo, las consecuencias sociales, por sí mismas, no son suficientes
para justificar el diagnóstico de uso nocivo”. La presencia del síndrome de abstinencia o dependencia (a continuación) excluye ese diagnóstico.
A continuación, se indican los criterios diagnósticos de la OMS para  uso nocivo de sustancia psicoactiva (1993):
A. Se sugiere el patrón de uso nocivo por la presencia de por lo menos uno de los siguientes criterios:
(1) uso continuo a pesar de saber que tiene un problema persistente o recurrente de tipo social, ocupacional o físico causado o exacerbado por el uso de una sustancia psicoactiva;
Se trata de una sustancia que cuando se ingiere afecta los procesos mentales; por ejemplo, la cognición o el humor. Sustancia o droga psicoactiva son los términos más descriptivos y neutros para todas las clases de sustancias licitas e ilícitas, de interés para las políticas sobre drogas (Bertolote, 2004).  
(2) Uso recurrente en situaciones en las que es físicamente peligroso usar drogas (por ejemplo, conducir vehículos en estado de intoxicación).
B. Algunos síntomas de perturbación han persistido por lo menos durante un mes o han ocurrido repetidamente por un periodo mayor de tiempo.
C. Atiende uno de los criterios anteriores y nunca atendió los criterios de dependencia a sustancia psicoactiva para esta sustancia.
El concepto de dependencia
La dependencia puede ser definida, “En términos generales, como el estado de necesidad o dependencia a
alguna cosa o de alguien para sentirse apoyado, para funcionar o sobrevivir. Cuando se aplica al alcohol y
otras drogas, el término implica en la necesidad de repetidas dosis de la droga para sentirse bien o para evitar sensaciones desagradables
”. De acuerdo a la Clasificación Internacional de Enfermedades - 10 (OMS, 2006) deben estar presentes, en cualquier momento durante el año anterior, por el menos tres de los siguientes seis criterios:
1) Evidencia de tolerancia, según la cual existe necesidad de dosis mayores de la sustancia psicoactiva
para tener los efectos producidos, anteriormente, con dosis inferiores;
2) Un deseo fuerte o compulsivo de consumir la sustancia.
3) Abandono progresivo de otros placeres o intereses debido al consumo de sustancias psicoactivas,
aumento del tiempo para conseguir o consumir la sustancia o para recuperarse de sus efectos.
4) Estado de abstinencia fisiológica cuando el consumo se suspende o se reduce, demostrado por: síndrome de abstinencia característica; consumo de la misma sustancia (u otra muy semejante) con la intención de aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.
5) Dificultad para controlar el consumo de la sustancia en términos de inicio, fin o niveles de consumo.
6) Persistencia del consumo de sustancias a pesar de la presencia de pruebas evidentes de consecuencias
claramente perjudiciales, tales como lesiones hepáticas causadas por el consumo excesivo de alcohol,
humor deprimido como consecuencia de un gran consumo de sustancias o perturbación de las funciones cognitivas relacionada a la sustancia. Es fundamental realizar esfuerzos para determinar si el consumidor estaba realmente, o podría estar, consciente de la naturaleza y gravedad del daño. 
Es de suma importancia evaluar la cantidad, frecuencia y modo de uso de las sustancias consumidas por el
paciente (licitas e ilícitas) para determinar si el consumo es de riesgo, si ya está causando problemas o si la
persona es dependiente a una o más sustancias. Existen instrumentos estandarizados que facilitan esas evaluaciones (Ej., AUDIT y ASSIST disponibles en las siguientes páginas electrónicas:
http://www.who.int/substance_abuse/activities/en/AUDITmanualSpanish.pdf; http://www.who.int/substance_abuse/activities/asist/en/index.html. 
La gravedad de la dependencia puede también ser evaluada por medio de otros instrumentos tales como el
Addiction Severity Index (ASI - Índice de Gravedad de la Dependencia)
10
. Según la gravedad de la dependencia, las condiciones de vida de la persona, sus condiciones de salud general y mental, se puede ofrecer
una variedad de servicios, desde la atención ambulatoria realizada por profesionales capacitados y grupos de
9 En el DSM-III-R (American Psychiatric Association. 1987. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, 3
rd
edition, revised.
Washington, DC), la dependencia se define como un grupo de síntomas cognitivos, de comportamiento y psicológicos que indican que
una persona tiene el control del uso de la sustancia psicoactiva perjudicado y continúa usándola a pesar de las consecuencias adversas.
Es aproximadamente equivalente al síndrome de dependencia de la CID-10. (Bertolote, 1997).  
auto-ayuda, hasta la internación hospitalaria o en alguna comunidad terapéutica por periodos más prolongados. El que haya o no estos servicios y su calidad puede variar de lugar a lugar y los profesionales debenconocer, por lo menos, cuál está disponible y si cumple las exigencias mínimas de calidad, bien como si tienecapacidad para tratar las demás patologías del paciente. 
Las intervenciones breves en los servicios de atención primaria, especialmente para los casos de consumo
excesivo de alcohol, son efectivas para grupos de riesgo, pero que todavía no están perjudicados o no son
dependientes, las que pueden ser realizadas por profesionales capacitados. 
Es importante recordar que muchos usuarios de drogas, infectados o no con VIH, cuando comparecen a los
servicios de salud pueden no estar preparados para reducir o parar el consumo y los que aceptan la abstinencia con frecuencia recaen. Así, es fundamental la educación en reducción de daños, en especial para los que tienen otros comportamientos de riesgo y los que hacen uso de drogas intravenosas, la que debe ser parte de los servicios y ofrecidos a personas viviendo con VIH (+).
Síndrome de abstinencia por sustancias psicoactivas
En pacientes dependientes de drogas, es común que sufran síndrome de abstinencia si hubiera interrupción
abrupta del uso de la sustancia. Dependiendo de la intensidad de las señales y síntomas, los pacientes pueden necesitar tratamiento farmacológico y ser internados (Ej., abstinencia alcohólica grave), pero en general
la abstinencia puede ser bien controlada en servicios ambulatorios. El inicio y el curso del síndrome son limitados en términos de tiempo y están relacionados al tipo de sustancia y la dosis que estaba usando inmediatamente antes de la interrupción o de la reducción. Las señales y síntomas varían de una sustancia a otra y pueden ser confundidos con otros disturbios mentales, por lo tanto, el diagnóstico preciso es importante para tomar decisiones acerca de cómo lidiar con cada caso. 
Más informaciones sobre las diferentes sustancias psicoactivas y alteraciones mentales relacionadas a su uso
y sobre la abstinencia pueden ser encontradas en el libro “Neurociencia del Consumo y Dependencia de Sustancias Psicoactivas” (OMS, 2005). 
Trastornos mentales más frecuentes en pacientes VIH (+) 
Los trastornos neurológicos y mentales tienen una estrecha relación con el VIH, pero son relegados con frecuencia cuando se planean e implementan intervenciones para tratar el SIDA. Los trastornos cognitivos, el
abuso de sustancias y los trastornos de personalidad pueden influir de forma tal que pueden interferir en la adherencia al tratamiento. 
Es importante tener en mente que pacientes viviendo con VIH (+) tienen elevados niveles de delirio, demencia
11
, y trastornos psiquiátricos. Ello puede tener su origen en enfermedades mentales preexistentes (especial-
10 http://www.who.int/substance_abuse/research_tools/addictionseverity/en/index
11 La demencia puede ser definida como un “síndrome, generalmente crónico y progresivo, provocado por una patología encefálica en la que se verifican diversas deficiencias en las funciones corticales superiores que incluyen la memoria, pensamiento, orientación, comprensión, cálculo, capacidad de aprender, lenguaje y juicio; la conciencia no está afectada; las deficiencias cognitivas están acompañadas (y algunas veces precedidas) por deterioro del control emocional, de la conducta social o de la motivación”. (Bertolote, 1997)
12
. El trabajo con esos pacientes requiere un diagnóstico preciso y muy cuidadoso.
Trastornos mentales asociados al VIH/SIDA   
Entre el 38 y 73% de los pacientes portadores de VIH/SIDA tienen por lo menos un trastorno psiquiátrico en
la vida (Gallego et al., 2000). Hasta el 20% de los pacientes infectados presenta síntomas psiquiátricos como
primeras manifestaciones del SIDA (Stern et al., 2000).
El saber que es portador de VIH/SIDA, el estigma y la discriminación que el paciente sufre, con frecuencia
pueden también provocarle trastornos mentales, tales como depresión o ansiedad. 
Los trastornos mentales también pueden ser resultado de cambios neurológicos en la estructura física y quí-
mica del sistema nervioso central, los que ocurren como resultado de la infección por VIH, por infecciones
oportunistas o tratamientos relacionados (Stern et al., 2000).
Problemas que surgen debido a circunstancias de vida: 
Individuos infectados por VIH enfrentan los mismos factores estresantes que sufren otros pacientes viviendo
con enfermedades crónicas, tales como el malestar prolongado, el deterioro físico, la dependencia financiera
y muerte. Además de ello, con frecuencia los pacientes viviendo con VIH tienen parejas infectadas, que pueden morir antes que ellos o pueden tener que enfrentar el rechazo de las parejas no infectadas. En la mayoría de los países existe un gran estigma social contra personas portadoras de VIH/SIDA y en los lugares que no disponen de una red de apoyo para los pacientes infectados, su situación se dificulta, aumentando las posibilidades de manifestar trastornos mentales (Gallego et al., 2000).  
Desmoralización 
La desmoralización resultante del estigma y la discriminación que algunas veces provoca el hecho de estar
infectado por VIH/SIDA puede provocar síntomas de depresión, sentimientos de impotencia, pensamientos
suicida y disturbios del sueño. Por lo general también afectan el estado psíquico del portador de VIH/SIDA,
las actitudes negativas de parientes, profesionales de la salud y de la comunidad, lo que dificulta el acceso al
tratamiento, su participación en el mismo, adherencia a los medicamentos y motivación para enfrentar una
enfermedad crónica. 
El estrés agudo es común en las personas portadoras de VIH (+)  inmediatamente después del diagnóstico.
Ese tipo de estrés puede provocar síntomas somáticos, pensamientos suicida y aumento del uso de sustancias psicoactivas (Gallego et al., 2000). La consejería abreviada después del test diagnóstico es fundamental
para ofrecer apoyo y asistencia a las personas portadoras de VIH (+) con relación a sus alternativas y necesidades, tanto presentes como futuras. 
Los disturbios del sueño también son comunes y pueden estar relacionados tanto a la propia infección como
a la depresión, ansiedad o uso de sustancias psicoactivas (incluyendo el síndrome de abstinencia). 
12 La demencia relacionada a la infección por VIH puede ser reducida con la terapia antiretroviral. También, la presencia de cuadros demenciales en pacientes con cerca de los 30 años de edad se describe como siendo un efecto colateral de los medicamentos ARV. 
Disturbios Neurológicos
Es posible que ocurran problemas neurológicos debido a la infección por VIH del sistema nervioso central
(SNC) o como resultado de infecciones oportunistas (Armstrong et al., 1993).  Hasta un 50% de los pacientes con SIDA presentan un cierto grado de deficiencia cognitiva. Otros autores muestran (Koutsilieri et al., 2002) que las alteraciones neuroquímicas resultantes de la infección por el virus pueden afectar la cognición de una forma negativa después de dos meses de contaminados (infección inicial).
En general, los disturbios neurológicos más frecuentes en las personas viviendo con HIV/AIDS son causados
por lesiones cerebrales (Treisman et al., 2001), como por ejemplo: el Complejo de Demencia del SIDA (CDS), tumores e infecciones oportunistas como la tuberculosis y la criptococosis meníngea. Otras infecciones oportunistas comunes son: encefalitis toxoplásmica (la infección parasitaria más frecuente causadora de lesión cerebral), linfoma primario del sistema nervioso central, encefalitis por citomegalovirus, leucoencefalitis multifocal progresiva y meningitis tuberculosa (Mamidi et al., 2002).  
El CDS ocurre en cerca del 20% de las personas viviendo con VIH (+)  (Project Inform, 2002) y se caracteriza por una deficiencia acentuada del funcionamiento cognitivo, incluyendo la capacidad de observar, concentrarse, memorizar y la rapidez para procesar informaciones (Gallego et al., 2000). 
La característica principal de la demencia por VIH/SIDA es el hecho de que este tipo específico de demencia
es consecuencia directa de la infección por VIH y se caracteriza por el olvido, lentitud, problemas de concentración y dificultad para resolver problemas. También son comunes la apatía, el retraimiento social algunas veces acompañada de delirios o alucinaciones, los temblores, compromiso de los movimientos repetidos rápidos, desequilibrio, ataxia (falta de coordinación motora), hipertonía, hiperreflexia generalizada y problemas con los movimientos oculares para acompañamiento de la visión.
La demencia producto de la infección por VIH también puede ser producto de tumores del sistema nervioso
central (como el linfoma primario y/o infecciones oportunistas como la toxoplasmosis, citomegalovirus, criptococosis, tuberculosis y sífilis). Pueden también estar presentes infecciones sistémicas como la neumonía y las neoplasias por Pneumocistis carinii (hoy denominada Pneumocystis Jirovecii) y/o sarcoma de Kaposi. 
Según Boccellari et al. (1993), los cuadros de demencia y déficit cognitivo son más frecuentes en personas
viviendo con VIH/SIDA inmunodeprimidas de forma grave. El conteo de células CD4 es un parámetro para
evaluar el riesgo de un paciente de desarrollar demencia debido al VIH/SIDA; el cuadro demencial es más
frecuente en pacientes con CD4 inferior a 200. La realización de pruebas neuropsicológicos específicas pueden establecer en qué etapa del cuadro demencial se encuentra el paciente, que permiten planificar mejor las acciones terapéuticas.
El VIH/SIDA también puede provocar trastornos del humor. La depresión es muchas veces adjetivada y confundida con "mala voluntad", "falta de amor", "falta de pareja", etc. El público tiene poca información sobre la depresión abordada como disturbio mental, que puede afectar a cualquier persona y para la cual existe tratamiento efectivo.
Treisman et al. (2001) calcularon que hasta el 60% de los pacientes portadores de VIH/SIDA sufre depresión grave en algún momento, frecuencia más que el doble de la población general (Ciesla & Roberts, 2001). El diagnóstico de la depresión puede ser complicado porque varios síntomas (Ej., fatiga, pérdida de peso, etc.) derivados de la supresión general del sistema inmunológico por VIH son similares a los que se presentan en la depresión grave.
Según Angelino & Treisman (2001), inclusive los pacientes sin historia familiar o personal de hipomanía
13 pueden desarrollar un síndrome maníaco en las etapas más avanzados de la infección por VIH. A "la manía" de este cuadro se le llama generalmente "SIDA-manía" (Whitefield et al., 1992). La manía se presenta  generalmente como excitación intensa y puede variar desde la verborrea, agitación, hasta los delirios
14  de grandeza y violencia (Lyketsos et al., 1997).
Un estudio realizado por Lyketsos y colaboradores (1993), tomando como base fichas médicas del servicio para pacientes viviendo con VIH/SIDA de la Universidad Johns Hopkins (USA), constató que el 8% de los pacientes portadores de SIDA presentaban cuadros maníacos, que pueden también ser causados por complicaciones relacionadas al uso indebido de sustancias (en especial cocaína y otros estimulantes).
Los pacientes también pueden alternar períodos de manía y depresión, una condición conocida como trastorno bipolar.
15 Para las personas portadoras de VIH/SIDA, la separación de la realidad o la psicosis, también puede ser resultante de la deficiencia del SNC y ocurre en las últimas etapas del SIDA, entre el 0,2% a 15% de los pacientes (Gallego et al., 2000). Se han relatado síntomas de psicosis en los pacientes infectados con SIDA incluyendo comportamientos extraños, delirios y alucinaciones (Stern et al., 2000).
Interacciones Medicamentosas Existen varias interacciones entre los medicamentos psicotrópicos utilizados para tratar los disturbios mentales y los antiretrovirales. Para obtener informaciones más detalladas sobre las interacciones medicamentosas.
13 Hipomanía: trastorno caracterizado por una pequeña elevación, sin embargo persistente del humor, aumento de la vitalidad y de la actividad y generalmente, una notable sensación de bienestar y eficiencia física y mental. También se presentan con frecuencia aumento de la sociabilidad, locuacidad, familiaridad exagerada, aumento del vigor sexual y disminución de la necesidad de sueño, pero no al punto de molestar seriamente el desempeño ocupacional o que resulte en rechazo social.  Los trastornos del humor y del comportamiento no están acompañados por delirios ni por alucinaciones.  (Bertolote, 1997).  
14 Delirio: síndrome orgánico cerebral agudo caracterizado por perturbaciones concomitantes de la consciencia, de la atención, de la percepción, de la orientación, del pensamiento, de la memoria, del comportamiento psicomotor, de las emociones y del ciclo sueñovigilia. La duración varía de pocas horas a pocas semanas y la gravedad va de leve hasta muy grave (Bertolote, 2004).  
15 Trastorno afectivo bipolar: trastorno caracterizado por dos o más episodios en los cuales los niveles de humor y de la actividad del paciente están significativamente perturbados. Esta perturbación consiste, en algunas ocasiones, en una exaltación del humor y un aumento de energía y actividad y, en otras, en una disminución del humor o debilitamiento de la energía y de la actividad (Bertolote, 1997). 


COINFECCIONES MÁS FRECUENTES ENTRE PERSONAS VIVIENDO CON VIH (+) USUARIOS DE DROGAS INTRAVENOSAS


En este capítulo describimos sucintamente algunas de las infecciones más frecuentes entre los usuarios de drogas infectados con VIH. En otro Manual de la OPS (Bravo, 2004), se encuentran más informaciones sobre ésta y otras infecciones presentes en los usuarios de drogas intravenosas. 
Coinfección VIH/Tuberculosis
La coinfección por VIH y tuberculosis (en adelante denominada TB) altera de forma importante el comportamiento clínico y la historia natural de ambas enfermedades que también pueden presentarse personas dependientes al alcohol y otras drogas, sean intravenosas o no. Cuando alguien contrae tuberculosis se observa una baja significativa del conteo de linfocitos T-CD4 (+) y un aumento en la replicación del VIH. Por lo tanto, la quimioprofilaxis, el diagnóstico y el tratamiento precoz son fundamentales para controlar la TB en pacientes coinfectados.
La Rifampicina es el componente fundamental para tratar la TB.  Sin embargo, asociar la Rifampicina a ciertos Inhibidores de Transcriptaza Inversa no Análogo de Nucleosídio (NNRTI) 7 y/o Inhibidores de Proteasa (IP) provoca interacción farmacológica en el sistema microsómico  hepático, que puede reducir los niveles séricos antiretrovirales y aumentar el riesgo de falla terapéutica susceptible de crear resistencia al VIH.
Los esquemas alternativos para el tratamiento de la tuberculosis sin Rifampicina tienen eficacia terapéutica
reducida, incluyen el uso de drogas menos activas, suelen ser más complejos, demandan el uso de inyectables y el tratamiento es más prolongado. Por lo tanto, para que no haya prejuicios para el paciente, se recomienda el uso de esquemas antituberculosis con Rifampicina y esquemas antiretrovirales con uso de drogas potentes, cuyo uso concomitante con Rifampicina no reduzca significativamente, los niveles séricos. 
Hepatitis 
Los usuarios de drogas intravenosas tienen más riesgo de contraer varias formas de hepatitis virales, particularmente la Hepatitis B, C y también la Hepatitis A. Los virus B y C pueden ser trasmitidos a través del contacto sexual, reutilización de jeringas, vía transfusiones de sangre y verticalmente de la madre al feto. La
Hepatitis A se trasmite por contaminación de alimentos y contagio directo y está vinculada a malas condiciones sanitarias a las que se exponen algunas veces los usuarios de drogas intravenosas.
La Hepatitis B puede volverse crónica y provocar el desarrollo de cirrosis y carcinomas hepáticos. Muchos de los pacientes infectados no desarrollan hepatitis aguda; por lo tanto, es importante realizar el test para realizar el diagnóstico de laboratorio. El uso de marcadores biológicos en el monitoreo de los portadores crónicospuede prevenir brotes de hepatitis B. La identificación de las personas con infección crónica, diagnosticadas de forma precoz puede reducir la transmisión prolongada de la infección, sin contar que el tratamiento antiviral disminuye el riesgo de que evolucione para una cirrosis y carcinoma hepatocelular. 
La vacunación contra la Hepatitis B en recién nacidos y menores de un año ya está implantada en varios paí-
ses, tal como Brasil. Para reducir el contagio vía transmisión sexual en grupos de alto riesgo – profesionales
del sexo, usuarios de drogas intravenosas, reclusos, hombres que hacen sexo con hombres – exigen campa-
ñas específicas para informar, aclarar y adoptar medidas de prevención y vacunación. Las mujeres embarazadas y las que están amamantando no tienen contraindicaciones para usar la vacuna.
La coinfección por el virus C (que causa la Hepatitis C, VHC) y VIH es relativamente frecuente entre los dependientes a drogas. La frecuencia de la infección por VHC en usuarios de drogas intravenosas en el mundo, varía de 50% a 90% y la incidencia es de 10% a 30% (Hagan & Des Jarlais, 2000); o sea, la hepatitis C cuando se relaciona al uso intravenoso de drogas es un problema más frecuente y geográficamente más homogéneo que la propia infección por VIH (Bravo, 2004).
Durante la década de los 90, al conocer mejor la dinámica viral y al adoptar test diagnósticos más sensibles
y específicos, permitió conocer mejor la situación epidemiológica de la hepatitis causada por el virus C. Más
del 90% de las infecciones evolucionan de forma asintomática (lo que impide detectar casos clínicos, identificados sólo en determinadas situaciones como donación de sangre, exámenes de rutina, etc.) y la mayoría se vuelve crónica, pero el sistema de notificación todavía tiene fallas y los test son caros, sin contar que no existe una vacuna contra la Hepatitis C.
La vacuna contra la Hepatitis A tiene alta inmunogenicidad, es segura y determina de 95% a 100% de seroconversión en individuos sanos. Es capaz de evitar el avance de la enfermedad durante episodios de brotes protegiendo también a los individuos que tengan contacto con el paciente infectado en su residencia. La inoculación es recomendada en grupos de alto riesgo: viajeros en zonas de media y alta incidencia, niños en áreas endémicas, hombres que hacen sexo con hombres, receptores de factores concentrados de coagulación, pacientes hepatopatas crónicos y usuarios de drogas intravenosas. 
Interacciones Medicamentosas
Durante el tratamiento de la hepatopatía crónica, del punto de vista clínico, medicamentos como el Interferon Alfa y la Ribavirina pueden presentar interacciones medicamentosas importantes. El médico debe estar
atento a posibles interacciones con otras drogas, inclusive los medicamentos no relacionados al tratamiento
del VIH/SIDA y sus infecciones oportunistas asociadas. 
Entre los antiretrovirales, la Didanosina (ddI) y la Zidovudina (ZDV) pueden presentar interacciones farmacológicas con el Interferón o la Ribavirina. Las repercusiones clínicas del uso concomitante de esas drogas, a la fecha, no están bien establecidas y no existe ninguna contraindicación para usarlas conjuntamente. Se recomienda el uso de otros antiretrovirales o, cuando eso no sea adecuado o posible, del punto de vista del control terapéutico del VIH, se debe realizar un monitoreo cuidadoso durante el tratamiento (Ej.: medir la dosis semanal o quincenal de los niveles de hemoglobina con ZDV y de amilasa con ddI). En el caso de que surjan enfermedades oportunistas graves, es necesario darles prioridad en desmedro del tratamiento contra la hepatitis.
Infecciones de Transmisión Sexual - ITS
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) como: herpes genital, clamidia, gonorrea, virus papiloma, sífilis y
tricomonas son los problemas más comunes de salud pública en todo el mundo. En los últimos años, probablemente debido a la alta incidencia del SIDA, el trabajo con las otras ITS pasó a segundo plano, principalmente en lo que se refiere a vigilancia epidemiológica, capacitación de profesionales, actualización en
términos de diagnósticos y terapias, disponibilidad y control de medicamentos y destaque en los medios de
comunicación social, como si “el SIDA ‘incluyera’ las otras ITS.” 
Considerando que la presencia de una úlcera genital aumenta hasta 18 veces el riesgo de infección por VIH,
la prevención de las ITS es una forma de profilaxis del SIDA – desde el punto de vista orgánico, de las laceraciones inherentes que aumentan la exposición al virus, como por el hecho de estar expuestas a riesgos: si alguien se infectó con una ITS necesariamente significa que no tomó medidas para protegerse.
Según reza la literatura internacional, en todos los pacientes recién diagnosticados como portadores de VIH
(+) es recomendable realizarles un examen clínico minucioso para detectar otras ITS. Luego de la primera consulta, es recomendable realizar una reevaluación anual (New York State Department of Health, 2000).
Atención de las  ITS: agentes comunitarios de salud
Cada vez es más frecuente que los llamados agentes de salud realicen el diagnóstico y monitoreo de los casos
de ITS, utilizando mecanismos que permiten establecer vínculos entre los servicios públicos y la comunidad.
El objetivo de ese tipo de atención es tratar de brindar, en sólo una consulta: diagnóstico, tratamiento y consejería abreviada adecuados, utilizando fluxogramas específicos desarrollados y probados, instrumentos que ayudarán al profesional que realiza la atención para tomar las decisiones adecuadas. 
Sea cual sea el sistema de salud local, es importante que esos profesionales sean capacitados y supervisados
regularmente, para que puedan realizar una buena atención y aprovechen el espacio institucional para fortalecer (o iniciar) el vínculo entre el paciente y el servicio de salud.
Investigación de otras ITS
La asociación entre las diferentes ITS son frecuentes, destacándose, actualmente, la relación entre la presencia de ITS y el aumento del riesgo de infección por VIH.
Debe formar parte de la rutina, el seguir todos los pasos para obtener la historia clínica del paciente, el examen físico, la colecta de secreciones y material para realizar el diagnóstico etiológico, el ofrecer realizar el
diagnóstico serológico anti VIH y la consejería abreviada. Sin embargo, es importante destacar que para realizar el examen para detectar los anticuerpos anti VIH, sólo puede hacerse si el profesional se siente capacitado para realizar la consejería abreviada pre y post test.
Confianza y juicio moral
Algunas veces es difícil abordar con los pacientes lo relacionado a las ITS porque envuelve prácticas de tipo
muy íntimo. Así siendo, los profesionales necesitan tener claro los valores del paciente, así como sus propios
valores. Si el paciente presenta una conducta que el profesional de la salud condena moralmente, habrá más
probabilidades de que realice una atención menos comprometida y menos cuidadosa. Si se evalúan las propias ideas, se evita que se tengan actitudes prejuiciosas, que se emitan juicios de valor y que haya imposición de conductas a pesar de las eventuales diferencias, se podrá garantizar que haya diálogo.
El examen físico y la anamnesia del paciente y de su(s) contacto(s) sexual(es) deben ser los principales elementos para diagnosticar una ITS, considerando que en la mayoría de las ciudades hay dificultades para tener acceso inmediato a exámenes de laboratorio.
Es importante resaltar que para obtener informaciones fidedignas para una anamnesia consistente y precisa implica establecer una relación de confianza entre el profesional de la salud y el individuo que está siendo atendido. 
En el contexto asistencial de las ITS y uso de drogas, el profesional de la salud debe reflexionar y pensar que
las cuestiones sobre sexualidad, fidelidad, placer, falta de placer, violencia, concepto de riesgo, de enfermedad, de salud y otros, se presentan  de las más diversas formas, en consonancia con la historia de cada uno de los interlocutores (paciente y profesional), su medio socioeconómico y personal. Si así no fuera, puede haber problemas como la omisión de informaciones necesarias para realizar el diagnóstico, minimizar la real gravedad de la enfermedad o maximizarla, causando, de esta forma, angustias innecesarias. 
Derivaciones
Por lo general es fuera del ámbito de los servicios de salud que se busca atención para tratar las ITS: farmacéuticos, curanderos y diversos profesionales vinculados a la salud informal. Es por ello que, es fundamental que los profesionales del servicio de salud identifiquen esas personas y traten de establecer una articulación, ya sea ofreciendo capacitación técnica, sea orientándoles para que la atención sea integrada, siempre evitando enfrentamientos. Las relaciones de confianza son fundamentales para realizar un adecuado monitoreo.
En la atención de posibles casos de ITS, los profesionales de la salud deben realizar un examen clínico-genital minucioso que contemple: la búsqueda de otras ITS, educación para reducir riesgos, orientación sobre cuidados higiénicos, ofrecer el test anti VIH, consejería abreviada, estimular la adherencia al tratamiento,
promover el uso de preservativos y convocar a la(s) pareja(s) sexual(es), además de notificar el caso. Siempre que sea posible deberá investigar y observar hallazgos que puedan ser indicios de otras enfermedades por medio de la inspección general, control de presión arterial, palpación de las mamas y toque rectal. La citología oncológica del cuello uterino deberá ser realizada cuando haya necesidad y efectuada en la segunda consulta de la paciente. 
Usuarios de drogas intravenosas e ITS
Los usuarios que están comenzando a usar drogas intravenosas pueden tener una mayor tendencia a tener
prácticas sexuales de riesgo, que los usuarios de drogas intravenosas que ya las usan por largos periodos (DesJarlais et al., 1999). Por lo tanto, la educación para reducir daños es una estrategia fundamental para este grupo en particular, insistiendo en las prácticas más confiables para usar drogas y sexo seguro.
Diagnóstico de las ITS para usuarios de drogas
Es posible que haya resultados de test falso (+) para sífilis tanto en usuarios de drogas como en pacientes con
VIH, HBV y HCV. En personas viviendo con VIH/SIDA, el test de anticuerpos para detectar sífilis (FTA antibody test) puede influir en el resultado con más frecuencia que en las personas no infectadas por VIH (Rolfs et al., 1990), por lo que, en estas situaciones, es aún más importante la consejería abreviada post-test (Capítulo IV de este Manual).