lunes, 23 de abril de 2012

REDUCCION DEL DAÑO


Reducción de daños asociados al uso de drogas. Programa de mantenimiento y deshabituación con metadona en Centros de Integración Juvenil. Reducción de daños La pandemia del SIDA y su vinculación con el uso de drogas ha despertado la polémica entre distintas posiciones que existen desde hace tiempo. Tales posturas se expresan por un lado, en una política cuya prioridad es la disminución del uso de drogas y, por otro, la prioridad se centra en la disminución de las consecuencias negativas de dicho uso. Se estructuran así dos corrientes: la abstencionista y la de reducción del daño.
Corriente abstencionista: El discurso preventivo del SIDA se orienta hacia la abstención de aquellas conductas consideradas de riesgo. Así, para las infecciones por transmisión sexual, las recomendaciones se centran en la castidad y la pareja estable monogámica, y para la transmisión sanguínea ligada a los usuarios de drogas inyectables (UDIs) el mensaje es la suspensión de consumo.
La Reducción del daño:
Los programas de reducción de daño se centran en la “disminución de los efectos negativos del uso de drogas, para disminuir la morbi-mortalidad y las consecuencias psico-sociales asociadas al consumo y mejorar así la calidad de vida de los usuarios de sustancias adictivas” También llamada reducción de los riesgos o minimización de los daños, aquí el discurso preventivo recomienda el uso del preservativo y el empleo exclusivamente personal (no compartido) de los equipos de inyección.
La reducción del daño se orienta a disminuir la morbilidad y mortalidad, prevenir enfermedades transmisibles, favorecer la accesibilidad a los servicios asistenciales y mejorar la calidad de vida de los usuarios de drogas.
No pretende la abstinencia del consumo de drogas, sino que trata de reducir las consecuencias que éstas provocan, admitiendo la dificultad que muchas personas presentan para suspender el consumo. No procuran reemplazar los servicios dirigidos a la abstinencia sino que son un complemento indispensable.
La reducción del daño involucra una amplia variedad de intervenciones. Puede incluir el cambio de las sanciones legales asociadas al uso de drogas, puede mejorar la accesibilidad de los usuarios de drogas a los servicios de tratamiento, puede tender a cambios en la conducta de los usuarios de drogas a través de la educación, puede también dirigirse a modificar la percepción social acerca de las drogas y de los usuarios de las mismas.Aunque en la mayoría de los países los programas de reducción de daños se han desarrollado prioritariamente en torno al consumo de drogas inyectables, su campo de acción es más amplio y su metodología es aplicable a cualquier tipo de usuarios de droga y a diversos tipos de daños.
La evaluación de los Programas de Reducción de Daños indica que no han producido los efectos negativos que algunos presagiaban. La bibliografía internacional concluye que los programas de intercambio de jeringas reducen la transmisión del VIH, sin promover un aumento en el consumo de drogas. Tampoco aumentan el número de jeringas abandonadas en la vía pública.
Los Programas de Reducción de Daños constituyen una alternativa eficaz para prevenir la infección y transmisión del VIH, así como del Virus de la Hepatitis B y C, además de ser en sí mismos un modelo de acercamiento y tratamiento de los problemas ocasionados por el uso de drogas.
 Intercambio y distribución de Jeringuillas.
 Programas de mantenimiento con metadona. – PMM
 Cambios en las vías de administración. 
 Outreach: Educación sanitaria en la calle
 Lugares de acogida
 Salas limpias para inyección ( Narcosalas)
 Programas de intervención con bajos umbrales de exigencia
 Programas de prescripción de heroína
 Prevención de la mortalidad por sobredosis.
Programas de mantenimiento con metadona han demostrado su eficacia:
 Reducción en el uso de heroína.
 Disminución en la criminalidad y mortalidad
 Prevención en el contagio de VIH-SIDA, Hepatitis B y C. 
Económicamente rentable por la disminución de la criminalidad y número de
infecciones por VIH.
Supuestos teóricos:
• A los consumidores de drogas se los describe como personas que descuidan y desentienden su salud. Sin embargo esta población tiene una gran preocupación acerca de su potencial exposición al VIH, así como una actitud de cooperación en la recolección de información que les ayude a evitar la infección. 
• Existe un prejuicio que supone la continuidad de la práctica de compartir agujas y jeringas para el consumo de drogas, aún si se le facilita el acceso a ellas y su distribución. Luego de numerosas investigaciones, donde por ejemplo las jeringas eran de venta libre en las farmacias francesas, el 95% de los entrevistados manifiestan no compartirlas. El incriminar la posesiónde jeringas y su escasa circulación en el mercado contribuyen a fomentar las prácticas de compartirlas. 
• La creencia que sostiene que los programas de reducción del daño estimulan el consumo de drogas al actuar como una suerte de justificación de dicho consumo. No hay evidencias que los programas de sustitución alejen a los consumidores de los programas de recuperación (supresión del consumo). En lugar de alejarlos, las medidas de reducción del daño se constituyeron en efectivos instrumentos de motivación para el ingreso al tratamiento.
EN CENTROS DE INTEGRACIÓN JUVENIL, el programa de reducción de daños para pacientes usuarios de drogas por vía intravenosa tiene como meta, lograr que las personas con historia de abuso y dependencia de heroína y otros opiáceos, las personas en rehabilitación y las personas en riesgo de caer en estos problemas, sean evaluadas y tratadas con dignidad y respeto para que la discriminación, estigma, factores comórbidos asociados y otras actitudes sociales similares, que obstaculizan su recuperación, sean eliminados.
Se ubica al abuso y dependencia de heroína, como un trastorno de salud mental tratable, para el cual se proporciona a los pacientes atención oportuna, eficiente, con servicios de alta calidad, al alcance de sus posibilidades económicas, de fácil acceso y proporcionado por personal experto y capacitado.
Para tal fin se han implementado dos programas de sustitución con agonistas opiáceos para el tratamiento de personas con dependencia y adicción a heroína y otros derivados del opio.
Las clínicas se instalaron en dos ciudades de la frontera norte del país, debido a la alta prevalencia de la adicción a heroína en estos lugares. En ambas clínicas, se siguen los lineamientos internacionales que regulan la operación de los programas de sustitución con metadona o con buprenorfina. 
La primera de las clínicas tiene cuatro años funcionando en Ciudad Juárez con un programa de mantenimiento y deshabituación con metadona.
En septiembre de 2007, se inició en la ciudad de Tijuana otro programa de este tipo, con la utilización de buprenorfina, opiáceo de acción mixta (parcialmente agonista y antagonista). 
El objetivo del programa de metadona o buprenorfina es lograr la estabilización clínica de las personas dependientes de opiáceos ilegales a través de la administración de metadona o buprenorfina, para reducir el uso ilícito, los síndromes de intoxicación y abstinencia, las conductas de riesgo y daño, promoviendo la deshabituación, rehabilitación y reinserción social. Las fases del programa se presentan en el cuadro 1. Consta de tres etapas, en la primera se evalúa al paciente, se sustituye el abuso de heroína por la metadona,
titulando la dosis ideal para cada paciente y tiene una duración de dos semanas aproximadamente. Durante este tiempo se atienden y resuelven los problemas agudos relacionados: sobredosis, síndrome de abstinencia.
En la fase dos, de duración variable, se mantiene estable al paciente por espacio de tres a seis meses, dependiendo de su evolución. La dosis de metadona permanece sin cambios, ya que no crea tolerancia. Esto permite la intervenciónterapéutica y la rehabilitación social y familiar.
Cuando el paciente está dispuesto a llegar a la abstinencia de drogas, se inicia la fase tres que tiene una duración de cuatro a seis meses y durante la cual se favorece la reinserción escolar y laboral y se inicia la reducción gradual delmedicamento hasta ser suspendido.  
Resultados  Actualmente, la clínica de metadona atiende a un promedio de 130 pacientes diariamente. El enfoque del programa es otorgar atención integral con serviciosmédico, psicológico, trabajo social. Los servicios más frecuentes, son: terapia individual (90%), fármacoterapia (52%) y rehabilitación (25%), aunque con menor frecuencia el tratamiento se complementa con terapia familiar y orientación e información.
Se tienen convenios con maquiladoras para que se contraten a los pacientes de este programa y con instituciones educativas, para becar a los pacientes que desean terminar estudios.
Participación internacional de CIJ El Comité Especial Internacional sobre Políticas Estratégicas contra las Drogas se reunió en Bélgica el 27 y 28 de febrero del 2005 para discutir las políticas de drogas más eficaces y hacer esta declaración sobre la llamada “REDUCCIÓN DE DAÑOS”.
CIJ, se unió a las conclusiones:
• Apoyamos la posición de las Naciones Unidas que indica que el objetivo primordial de las políticas y estrategias nacionales y mundiales acerca de las drogas debe ser la prevención y poner fin a su consumo.
• Estamos de acuerdo con las Naciones Unidas cuando afirma que la reducción en la demanda es el pilar fundamental de políticas sensatas sobre drogas.
• Apoyamos la abstinencia de drogas como una meta razonable y alcanzable que se puede lograr con la Salud Pública.
• Ratificamos las políticas de prohibir el consumo de drogas ilegales o el empleo destructivo de las mismas.
• Las políticas acerca de las drogas que reconocen el hecho que existen unas medidas temporales diseñadas a reducir los daños con la finalidad de lograr la abstinencia total, son fundamentalmente distintos de las políticas de la llamada “Reducción de Daños” que trata al consumo de drogas como si fuera inevitable. 
• Nos oponemos a las estrategias de “Reducción de Daños” cuya finalidad es promover la noción falsa que señala que existen maneras seguras o responsables para consumir drogas. En otras palabras, tiene estrategias, que tiene como objetivo principal mantener los comportamientos adictivos, destructivos y compulsivos, engañando a los consumidores con respecto a los verdaderos riesgos de ciertas drogas, mientras que ignoran otros por completo.

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