Fuente:
talcualdigital.com
Autor:
Andrea Dennis
Jamás
en sus 37 años de vida, Mariela acarició un cigarrillo entre sus
dedos, ni siquiera en los días de bachillerato llegó a patear la
bocanada del humo del primer cigarro que los adolescentes se fuman en el
patio trasero del liceo. Y sin embargo, Mariela Muñoz, secretaria
ejecutiva y madre de dos niñas, está recluida en una clínica privada
bajo tratamiento severo de un enfisema.
Única hembra de un hogar de ocho varones fumadores, incluyendo a
su padre; y luego casada con un fumador consuetudinario, al punto de
que, durante sus dos embarazos ella debió echarlo de la casa, Mariela
podría ingresar a la lista de los 5 millones de no fumadores que
mueren por culpa del humo ajeno que exhalan 1.200 millones en el
mundo.
Desde hace tiempo, los expertos en salud vienen alertando acerca
de los efectos negativos del tabaco en los fumadores pasivos. Y es que
el tabaco no sólo perjudica la salud de aquellos que encienden un
cigarrillo, sino también de los que están rodeados por el humo. Ahora,
un estudio confirma que el peligro es aún mayor del que se pensaba y,
así, el riesgo de sufrir una angina de pecho o un infarto de miocardio
aumenta entre un 50 y un 60% entre estas personas.
Estos datos son superiores a los que se difundían hasta ahora,
pues se consideraba que el riesgo de convivir con el humo de un
fumador aumentaba el riesgo de desarrollar enfermedades
cardiovasculares en un 25-30%. Pero las nuevas conclusiones, que son
fruto del estudio realizado por investigadores británicos y publicado
en el British Medical Journal , bajo financiamiento de la
Fundación Británica del Corazón, nos plantea una nueva interrogante
¿Cuál ha sido la razón de este sensible incremento? Bastante sencilla:
hasta ahora, los estudios no tenían en cuenta nada más que el hecho
de compartir hogar con un fumador.
Ahora, se han valorado también otras situaciones.
CIFRAS QUE MATAN Según la Organización Mundial de
la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, el tabaquismo es
la principal causa prevenible de mortalidad en el mundo. De hecho,
este año más de 5 millones de personas morirán por ataque cardíaco,
accidentes cerebrovasculares, cáncer, dolencias pulmonares u otras
enfermedades relacionadas al hábito de fumar.
En estas cifras, no se incluyen las más de 600 mil personas -más
de una cuarta parte de ellas niños y niñas- que morirán por haber
estado expuestas al humo de segunda mano o, lo que es lo mismo, por
ser fumadores pasivos... De no ponerse un coto a esta situación pronto,
el número de muertes que se cobra cada año la epidemia global de
tabaquismo podría alcanzar los 8 millones en el 2030.
Visto que fumar es uno de los principales factores de riesgo para
cáncer (sobre todo el de pulmón), la Sociedad Anticancerosa de
Venezuela (SAV) se suma a la lucha contra este vicio que actualmente
atrapa de manera directa a 30% de la población, y que incide
negativamente en la salud de otro tanto, como fumadores pasivos que son.
Aunque, por lo general, la SAV resalta los perjuicios del hábito de
fumar; ésta vez el llamado es a insistir en que se respete el derecho
de todos a respirar aire puro, ya que al inhalar el humo que otros
exhalan, los fumadores pasivos introducen a su organismo de manera
involuntaria más de 4.000 compuestos químicos que contiene el
cigarrillo, de los cuales más de 60 son causantes de cáncer.
Además, hay que decir que fumar pasivamente tiene el agravante de
no contar con la mínima protección que pueda ofrecer el filtro del
cigarrillo al fumador. Para atacar el problema de raíz, el director
del Departamento de Tabaco de la Sociedad Venezolana de Neumonología y
colaborador de la SAV, el doctor José Ramón Silva, considera que las
clínicas y hospitales deberían ofrecer no sólo servicios de pesquisa
de cáncer de pulmón, sino también brindarle al fumador opciones para
abandonar el vicio como asistir a grupos de apoyo especializados, por
ejemplo.
Una bala en la boca
El monóxido de carbono presente en el cigarrillo se mezcla con la
hemoglobina de la sangre creando la sustancia llamada
Carboxihemoglobina, la cual impide la conducción del oxígeno en la
sangre. Todo esto ayuda al desarrollo arterioesclerótico, ya que las
arterias se llenan de placas grasosas y se vuelven rígidas El cigarrillo
contiene cianuro de hidrógeno. Suena terrible, pero es la verdad.
Esta sustancia paraliza las vellosidades que cubren los pulmones y que
le sirven para defenderse de materias extrañas. Por esta razón los
venenos entran rápidamente al pulmón.
De ahí que organismo del fumador se defienda obligándolo a toser.
El cigarrillo es causa frecuente de enfermedades cardíacas.
Desde el primer cigarrillo, comienzan los problemas. Una simple
bocanada acelera el ritmo cardíaco, de 5 a 20 latidos por minuto. Es
decir que el corazón bombea más sangre, pero la nicotina hace que los
vasos sanguíneos se contraigan, de tal modo que la sangre no puede
fluir fácilmente.
http://www.lasdrogas.info/index.php?op=InfoNoticia&idNoticia=29347
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